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PorAd Verbo Court Reporters

¿Por qué servir en una Junta de Directores?

Un puesto en la Junta Directiva permite el desarrollo profesional y el crecimiento personal, lo que en última instancia impulsa el avance profesional. La selección de una persona para un puesto en la junta directiva demuestra que una organización le está confiando a usted un papel vital, visible y de alto impacto. Es un respaldo público a su experiencia y valor profesional. Esta afiliación es una que usted puede comunicar y promover, y, definitivamente, podría elevar su perfil profesional entre sus pares. Su afiliación a una Junta Directiva también puede mejorar la marca y la reputación de la organización para la cual trabaja. Todas estas cosas pueden ayudar a fortalecer su candidatura para un ascenso o un nuevo puesto y pueden aumentar su valor en el lugar de trabajo.

Los roles en la Junta le brindan una oportunidad increíble de conocer personas influyentes, inteligentes y bien conectadas. Puede conocer a los socios estratégicos de una organización, sus clientes e inversores, así como a colegas y líderes de todas las industrias. A medida que conozca gente nueva, asegúrese de conectarse de manera significativa; las relaciones no se basan en una sola conversación. Cultívelos organizando llamadas/reuniones, compartiendo recursos, y haciendo planes para reunirse en otro evento. Estas relaciones pueden ser muy valiosas cuando esté listo para dar el siguiente paso en su carrera.

Formar parte de una Junta le permitirá fortalecer una variedad de habilidades profesionales, que son muy beneficiosas para el avance profesional. Entre ellas, la más significativa podría ser la colaboración, en particular la forma en que trabaja e interactúa con otros miembros de la Junta Directiva en áreas que pueden ser nuevas para usted.

Servir en una junta también fortalecerá las habilidades de liderazgo, especialmente si dirige un comité de otros ejecutivos, lo cual es muy diferente a liderar un equipo de subordinados directos o un equipo de proyecto multifuncional. Y, si el comité se reúne de forma remota, dirigirlo también puede mejorar las habilidades de gestión de equipos remotos.

Un puesto en una junta también puede brindarle la oportunidad de capacitar y orientar a otros, incluidos miembros del equipo directivo de la organización. Además, es posible que se requiera capacitación o certificaciones específicas como parte del compromiso con su Junta Directiva. Esto aumentará su capacidad profesional y puede ser beneficioso a medida que avanza en su carrera en cualquier puesto.

Precaución al aceptar una membresía

Sin embargo, es necesario también considerar aquellos factores que podrían ser no tan atractivos al momento de considerar la membresía en una Junta de Directores. Entre ellos, se encuentran los siguientes:

El compromiso de tiempo. Antes de aceptar el puesto, probablemente debería preguntarse con qué frecuencia suele reunirse la Junta Directiva y cuánto duran normalmente las reuniones.
La responsabilidad del director. Como director de una empresa, debe actuar con prudencia razonable y en el mejor interés de la organización. Si no cumple con esas condiciones, podría tener responsabilidad personal y responder legalmente por sus acciones, sus faltas de acciones o decisiones. Las partes agraviadas podrían demandarlo individualmente por sus acciones ilícitas.

Es posible que desee preguntarle a la persona que le ofrece el puesto si la empresa tiene algo en los estatutos que limitaría su responsabilidad. Los estatutos pueden limitar la responsabilidad del director únicamente a acciones intencionalmente ilícitas. Eso reduce en gran medida la probabilidad de que lo demanden por acciones ilícitas. También podría preguntar si la organización cuenta con un seguro de responsabilidad del director. Por lo general, una organización bien administrada lo tendrá.

La capacidad para realizar transacciones.  Se podría limitar su capacidad para realizar transacciones comerciales con la organización o enfrentar la existencia de conflictos de intereses. Ni usted ni las personas relacionadas con usted (hermanos, padres, madres, hijas, hijos) podrán realizar transacciones comerciales con la organización a menos que se aplique una excepción. Otro conflicto de interés podría surgir con el aspecto de la toma de decisiones que se relacione con sus funciones en la Junta Directiva, decisiones que en ocasiones podrían ser de beneficio personal para usted y los suyos, o, incluso, en detrimento de usted y los suyos.

Factores a considerar previo a aceptar una membresía

Entonces es necesario realizarse las siguientes preguntas previo a aceptar una membresía en una Junta de directores:

  • ¿Cuál es la misión de la organización?
  • ¿Cómo se relacionan sus programas actuales con la misión?
  • ¿Tiene la organización un plan estratégico que se revisa y evalúa periódicamente?
  • ¿Cuál es la situación financiera de la organización?
  • ¿Con qué frecuencia reciben los miembros de la Junta Directiva informes financieros?
  • ¿Son comprensibles estos informes?
  • ¿La junta discute y aprueba el presupuesto anualmente?
  • ¿A quién sirve la organización?
  • ¿Cuál es la composición de la junta?
  • ¿Existen descripciones de responsabilidades para la Junta Directiva en su conjunto y para los miembros individuales?
  • ¿Recibirá una copia de los estatutos de la organización?
  • ¿La organización cuenta con un auditor independiente?
  • ¿Los miembros de la Junta Directiva firman anualmente formularios de conflicto de intereses?
  • ¿Con qué frecuencia se reúne la junta? ¿Dónde? ¿Por cuánto tiempo?
  • ¿Se espera que los miembros de la junta formen parte de los comités?
  • ¿Por cuánto tiempo será el nombramiento?
  • ¿Hay eventos a los que se espera que asistan los miembros de la Junta Directiva?
  • ¿La organización cuenta con directores y seguro de responsabilidad?
  • ¿Existe una expectativa específica de una contribución financiera anual de cada miembro de la Junta Directiva? Si es así, ¿cuánto?
  • ¿Qué se espera de un miembro de la Junta Directiva en términos de recaudación de fondos?
  • ¿Cuál es la función del Director en términos de solicitar fondos, asistir a eventos de recaudación de fondos, identificar y cultivar donantes?
  • ¿Qué tipo de orientación y educación se brinda a los miembros de la Junta Directiva?
  • ¿Cómo interactúan los miembros de la Junta Directiva con el personal?
  • ¿Tiene el tiempo y el nivel de compromiso para ser un miembro eficaz de la Junta Directiva?
  • ¿Se siente cómodo/a con los esfuerzos de recaudación de fondos de la organización?
  • ¿Es este un grupo del que estaría orgulloso, cómodo y entusiasmado de formar parte?
  • ¿Qué traerá o aportará a la Junta?

En conclusión, servir como miembro de una junta puede ser una de las experiencias más importantes, desafiantes y gratificantes de su vida. Los miembros de la junta tienen importantes responsabilidades legales y fiduciarias que requieren un compromiso de tiempo, habilidades y recursos. Formar parte de una junta es una excelente manera de ampliar su experiencia profesional, ya sea que esté ayudando a una organización sin fines de lucro, a un condominio o a una entidad corporativa. Esta experiencia le brindará oportunidades para ampliar y perfeccionar sus habilidades, hacer crecer su red profesional y ganar exposición a nuevas industrias y áreas de negocios que impulsarán el crecimiento profesional. Unirse a una junta le ayudará a elevar su reputación y fortalecer su marca personal, que son elementos clave para impulsar el progreso.

¿Cómo le puede ayudar Ad Verbo?

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PorAd Verbo Court Reporters

El poder del pro bono

En un mundo a menudo caracterizado por complejidades jurídicas y desigualdades sociales, el concepto de pro-bono surge como una luz de esperanza, que encarna los ideales de justicia y comunidad. A medida que los profesionales del derecho navegan por las complejidades del panorama jurídico moderno, la práctica de brindar servicios legales gratuitos, conocida como trabajo pro-bono, ha surgido como una herramienta poderosa para impulsar el impacto social y fomentar la transformación y el crecimiento comunitario.

A medida que evolucionan los valores de la sociedad, también lo hace el papel de los profesionales del derecho. Las métricas de éxito tradicionales, medidas únicamente por las horas facturables y las ganancias financieras, están siendo reinventadas por una generación de abogados y abogadas que buscan marcar una diferencia tangible. La creciente importancia del impacto social y el voluntariado en la profesión jurídica sustenta este cambio de paradigma.

Los abogados y abogadas modernos, en particular, priorizan el trabajo que se alinea con sus valores y les permite contribuir positivamente a la sociedad. Este cambio marca un alejamiento de las carreras profesionales convencionales y refleja un deseo profundamente arraigado de utilizar sus habilidades jurídicas para el mejoramiento de las comunidades, las poblaciones desatendidas y las causas importantes.

Entendiendo el concepto «pro-bono»

Pro-bono, derivado de la frase latina «pro bono publico» que significa «para el bien público», abarca servicios legales brindados por abogados y abogadas y profesionales del derecho sin cargo a clientes que no pueden pagar la representación legal tradicional. En esencia, el trabajo pro bono encarna la idea de que el acceso a la justicia no debe estar determinado por medios financieros. Los servicios legales son esenciales para salvaguardar los derechos individuales, resolver disputas y navegar sistemas legales complejos. Sin embargo, las comunidades marginadas y desatendidas a menudo enfrentan barreras que impiden su acceso a estos servicios.

El trabajo pro bono surge como solución, cerrando la brecha entre los expertos jurídicos y los necesitados, entre los ricos y los pobres, entre los poderosos y los que carecen de poder, entre las mayorías y las minorías. Los profesionales del derecho aportan su tiempo, habilidades y conocimientos a personas que de otro modo tendrían dificultades para hacer valer sus derechos o buscar reparación. Esta forma de voluntariado subraya la noción de que la justicia no es un concepto abstracto ni privilegio de pocos; es un derecho tangible que debería ser accesible a todos los miembros de la sociedad.

En un mundo caracterizado por desigualdades sistémicas y desequilibrios de poder, el trabajo pro bono sirve como una herramienta fundamental para abordar estas disparidades. Funciona como un mecanismo para nivelar las desigualdades y amplificar las voces de los marginados. Al brindar servicios legales gratuitos, el trabajo pro bono empodera a individuos y comunidades para hacer valer sus derechos, desafiar prácticas injustas y buscar soluciones contra quienes explotan vulnerabilidades.

El poder del pro bono

El potencial transformador del trabajo pro bono se extiende más allá de los casos individuales. Tiene el poder de remodelar vidas, desmantelar desigualdades sistémicas y sentar las bases para una sociedad más equitativa. Los profesionales del derecho utilizan el trabajo pro bono para defender los derechos humanos, la justicia social y un futuro mejor para todos. Pro-bono ofrece un salvavidas a las comunidades desatendidas, nivelando el campo de juego y garantizando que el acceso a la justicia no dependa de los medios financieros. Al brindar asistencia jurídica gratuita, los profesionales del derecho se convierten en defensores del cambio, defensores de la justicia y aliados de los marginados.

Más allá del impacto en los clientes y las comunidades, el trabajo pro bono a menudo tiene un profundo impacto personal en los profesionales legales que lo realizan. Estas historias muestran el efecto transformador del trabajo pro bono en las perspectivas, las trayectorias profesionales y la sensación general de bienestar de los profesionales del derecho. Al escuchar sobre el crecimiento personal, la mayor satisfacción laboral y las mejores habilidades profesionales que resultan del trabajo pro bono, los lectores se sentirán inspirados a considerar cómo se puede aprovechar su experiencia jurídica para un bien mayor.

Sin duda, en el centro de cada caso pro bono están los clientes cuyas vidas se ven profundamente impactadas por la asistencia legal que reciben de forma gratuita. A través de estos numerosos casos, podemos obtener una comprensión más profunda de las diferencias tangibles que la asistencia legal pro bono puede marcar en las vidas de personas vulnerables y marginadas. Las narrativas que a veces se escuchan resaltan las invaluables contribuciones de los profesionales legales que actuaron como defensores y aliados, permitiendo a los clientes superar la adversidad y lograr la justicia.

Por otro lado, la integración efectiva del trabajo pro bono en una práctica jurídica requiere una cuidadosa consideración de los compromisos de tiempo y las prioridades. Los profesionales del derecho deben lograr un equilibrio entre los compromisos pro bono y el trabajo facturable, garantizando que ninguno sufra a expensas del otro.

Es fundamental establecer objetivos realistas para la participación pro bono. Los profesionales del derecho deben evaluar sus posibilidades y disponibilidad antes de asumir casos pro bono. Esto implica evaluar la complejidad de los casos, los requisitos de tiempo estimados y el impacto potencial en los compromisos existentes. Al establecer expectativas y límites claros, los profesionales del derecho pueden garantizar que su trabajo pro bono siga siendo sostenible e impactante.

En conclusión, a medida que evoluciona el panorama legal en nuestra sociedad, también debe hacerlo nuestro enfoque del trabajo pro bono. Esto es un llamado a la acción que invita a los profesionales del derecho y áreas afines a ir más allá de los límites de las horas facturables y aprovechar su capacidad para efectuar cambios trascendentales. El trabajo pro bono no es simplemente una responsabilidad sino una oportunidad de ser parte de un movimiento que desafía la injusticia, transforma vidas y da forma a un futuro mejor.